3 jun 2009

Não Sonho Mais

Chico Buarque

Análisis:

El discurso de esta música compuesta para la película “República de los Asesinos” de Miguel Faria, es muy al estilo de Chico. En esta música, quien habla es un travesti, dirigiéndose a su amor, un policía. Según el propio Chico, es “una letra muy violenta”. Siguiendo la línea escatológica en moda en la música popular brasilera, da continuidad a esa tendencia, iniciada en la obra de Chico con la música “Geni” (por cierto, también sobre un homosexual)

El travesti relata al policía, con temor, su sueño: el deseo de venganza trae una multitud de personas – todas con Buenos motivos para sacarle el pellejo al policía – en una caravana, en un tren, para saldar cuentas. Y nada sirve correr de estos muertos-vivos, flagelados y humillados: mientras más corría, peor quedaba la situación, incluso atorándose.

El movimiento pendular de los finales de las historias de Chico aquí es tan rápido que ocupa los dos extremos: la infelicidad de uno, es la felicidad de todos. Todo aquél pueblo, víctima del policía, establece la venganza definitiva.
Antropofágicamente, matan, “revuelven las tripas” y comen los huevos del verdugo (en una alusión a que, devorando los testículos de él, estarían impidiendo que fueran generados seres tan malévolos e indeseables como él). La conmemoración es general, y aquella gente “se pone a cantar” (esa imagen Chico Buarque la usa mucho, como por ejemplo en “A pesar de Usted” y “Rosa de los Vientos”)

(…)

El final de la música tiene un arreglo ingenioso – el sonido parecido al de un tren, como a indicar que el tren en el que viaja la caravana vengadora – después de la misión cumplida – estuviera partiendo.

Fuente:
Gilberto de Carvalho, Chico Buarque, Análise Poético-musical, Editora CODECRI, 1982




No sueño más

Hoy yo soñé contigo
Tanta desdicha, amor
Ni te digo
Tanto castigo
Que estaba ansiosa para contarte

Fue un sueño terrible
De esos que a veces uno sueña
Y moja la almohada
Y se mea entera
Y se sofoca

Mi amor
Vi llegando
Un tren del Candango
Formando una patota
Pero que era una patota
De orangutanes
Para agarrarte

Venía negro humillado
Venía muerto-vivo
Venía flagelado
De todos lados
Tenían un buen motivo
Para sacarte el pellejo

Cuanto más tú corrías
Más te quedabas
Más te atorabas
Más te ensuciabas
Amor, tú hedías
Apestabas el aire

Tú que fuiste tan valiente
Lloraste ante nosotros
Pediste piedad
Mira que maldad
Me dieron ganas
De reír

A la orilla del río
Se acabó la pelea
Te escupí entera
Tu carroña
Y había justicia
En ese escupitajo

Te rompimos la cresta
Bajamos al río
Revolvimos las tripas
Comimos los huevos
Ay, y aquél pueblo
Se puso a cantar

Fue un sueño terrible
De esos que a veces uno sueña
Y moja la almohada
Y se mea entera
Y ya no tiene paz

Pues yo soñé contigo
Caí de la cama
Ay, amor, no te enojes
No me castigues
Di que me amas
Y yo no sueño más.


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